Le magistrade y el lenguaje inclusivo
Algunas personas odian el lenguaje inclusivo. Otras personas lo aman. Y unas pocas menos en el medio, se están adaptando al mismo. Sin embargo, creo que lo que nadie puede negar es que el lenguaje inclusivo llegó para quedarse. Este cambio ya ha comenzado más temprananmente en paises como Estados Unidos, y va llegando ya a paises de habla hispana como México.
Hay varias razones por las cuales personas pudieran rechazar este tipo de lenguaje. Una es la costumbre. Siempre ha sido de una forma, y cambiar la forma implica energía y esfuerzo (y a veces somos poco flojos). Los puristas de la lengua (lo que sea que eso signifique) han dicho que esto es una distorsión del idioma.
En México, Jesús Ociel Baena, mejor conocido como le magistrade cambió paradigmas en cuanto a lo que su persona representa, sobre todo para una comunidad (o comunidades dada su diversidad) que han sido marginadas por años. Creo que fué y es un avance significativo el que haya logrado que se refierieran a su persona de tal manera, dada su identificación como persona no binaria (o binarie). Sin entrar en detalles sobre las circunstancias de su muerte, fue sin duda una gran pérdida y merece ser esclarecida (al parecer un asesinato).
Creo que su caso, muestra algo sobre el México actual. Ya es posible que en México se utilice más o menos el lenguaje inclusivo y se le llame a las personas como quieran ser llamadas (claro, esto en ciertos ambitos y no de manera generalizada). Específicamente, Jesús Ociel logró obtener el primer pasaporte mexicano donde se le reconoció como persona no binaria (se lo entregó personalmente Marcelo Ebrard, cuando era canciller). Adicionalmente, no vi ninguna nota escrita o en algún noticiero donde no se le refieriera como Jesús Ociel quería. Este es un gran avance, sin duda. Pero un avance mayor, será que no se les asesine a personas por su orientación sexual y/o identificación de género. Eso es un cierto aún para las mujeres dado que en México el feminicidio es aún muy común. Asi que hay que ir del lenguaje inclusivo a erradicar el odio hacia los demás.